Ahí están! Siempre los escucho, son como susurros, como ruidos intensos, agudos e interminables. Poco a poco van subiendo de volumen. De un simple y tranquilo susurro se convierten en estruendos endemoniados, penetrantes, tan fuertes que no se pueden sosegar.
Al principio son como la intensa brisa del mar, pero después llegan a convertirse en el terrible y excesivo ruido del trafico matinal. Es horrible, es intenso, es funesto, es escalofriante. No entiendo, no logro captar los ominosos mensajes. Serán ruidos, serán susurros, serán avispas volando o solo simples letras interpuestas que al balbuceo de las mismas se vuelve un mensaje absurdo, incoherente e inentendible?
Pero en un instante todo empieza a ceder, la alegre calma llega a mi ser, dejo de escucharlos de un solo golpe... se alejan... parece que se van... o tal vez se acallan. Se han ido? A donde se fueron? Donde están?
De pronto escucho un sonido familiar “cu cu”, y miro a mi alrededor. No veo a nadie! Quien habla, no lo se! Nuevamente escucho “cu cu”, me aterro, alguien esta jugándome una broma pesada. Quien es? no debo permitir que sepan que estoy angustiado y nervioso. No debo dejar entrever que estoy totalmente perdido y desorientado. Sin embargo, lo estoy y además de todo estoy aterrado.
Por tercera vez escucho “cu cu” empiezo a llorar, pero no siento las lagrimas, no tengo lagrimas! Sólo sollozo, no se que hacer. Abro los ojos, todo es oscuro, no puedo ver nada. Espero a acostumbrarme a la oscuridad y ver si percibo alguna imagen, pero todo es oscuridad total.
Me horrorizo de sobremanera, finalmente me doy cuenta que la vida acá es diferente a lo que había pensado. Lo que escucho son solo mis demonios que están saliendo uno por uno.
Voy directo a enfrentarme con todo aquello que una vez fui!
