Monday, March 13, 2006

LUCIDEZ


Si mamá supiera que estoy afuera, seguro me gritaría: "mocoso estúpido que estás haciendo allí". La verdad es que no lo entiende. No sabe que las lucecitas de allá arriba me hablan. A veces me gritan. Pero palabras, no como los gritos que pegan mi tío y mi mamá al encerrarse en las noches cuando mi papá no está.
Ellas hablan bonito. La grandota a veces me regaña. Como cuando me regaña la maestra, y no me pega de esas estrellitas azules y rojas que tiene. Todos son tontos, hasta la maestra, dice que me conoce muy bien que por eso me debo sentar solo. Pero no sabe que debajo de mi bata tengo una estrellota grandota, grandota, que me pinté con una pluma y es azul porque las azules son para los niños pero también por un lado le pinté rojo y es que mi mamá dice que soy un maricón, no me acuerdo por qué lo dice. Creen saberlo todo y hablan y hablan, y gritan, pero casi siempre se tropiezan con sus palabras.
Ya ha de ser tarde, hace frío y la estrellota grandota ya caminó mucho; cuando camina mucho sé que es tarde. Mi papá no es tan tonto, a veces se ríe conmigo y me dice que me parezco a él; cuando empezamos a jugar, mi mamá le grita que se pongan a lavar el baño, que la tiene harta. Ayer que no salí a hablar con la estrellota mi mamá le dijo a mi papá que ya no lo disfrutaba, que estaba cansada de cuidarme, y le dijo que el tenía la culpa; que todos los familiares de mi papá tenían problemas con la mente como yo.
El que me caía bien era mi abuelo, salió en el periódico. Ese día le pregunte a mi mamá que era "incesto" y me pegó. No me dolió mucho. Cuando sí me dolió fue cuando se dio cuenta que comía tierra, le contó a la vecina, y ella le dijo que me tenían que llevar con el doctor de la mente.
No los conozco. Pero si me leen la mente mi mamá me va a pegar mucho, nada más pienso y pienso en la revista de luchas de hombres contra mujeres encuerados que encontré debajo del colchón cuando buscaba cucarachas. Eso se lo conté a la estrellota. La estrellota no es como mamá, no me grita cosas feas, ni escupe. Yo sé que mi mamá no me quiere, yo tampoco la quiero, sí la quieren mi papá y mi tío; mi papá todo el día y mi tío nada más en las noches.
Mi tío me dijo que ya estaba peludo, que debía jugar con las niñas en la cama. Pero a mí no me gustaría jugar como él juega con mi mamá en la cama, gritan y gritan y hasta parece que luchan y se olvidan de todo, y hasta se retuercen, estaría mejor si yo los llevo con el doctor para que les lea la mente y les den pastillas para que se alivien.
Es que sé que les dan ataques como al niño de la escuela, grita y grita y se mueve raro en el suelo y a veces se le cae la estrellita de la frente, pero es porque la maestra no se la pega bien, corren todos y le meten pastillas en la boca y se duerme y se alivia. Yo quiero que mamá se alivie. No sé que voy hacer, ahora la estrellota ya casi ni se ve, quiero hablarle pero ya no me responde, quiero preguntarle por qué se fue mamá, y es que se fue por la ventana, iba llorando pero nada más salió y ya no lloró, le hablaba a alguien. Sé que se fue por mí, pero quiero que la estrellota me diga que no es cierto, ella siempre me dice que mamá si me quiere. Pero ya no está, le pregunté al perro de la vecina, pero nada más me ladró y me fui. Ahora si estoy asustado, y estoy llorando, se me hace que sí soy maricón; porque mi mamá me dijo que los hombres no lloran que nada más las viejas. Pero es que mi papá está allá tirado y le sale sangre del pecho, y no me habla y los ojos le lloran pero como por dentro. No sé que voy hacer. Y es que me tengo que ir a la escuela para ver si la maestra ahora si me pone una estrellita. No sé por qué las piernas me tiemblan, tengo miedo, quiero hablar pero nadie me responde. Es que todavía es temprano. A lo mejor mamá fue al mercado a traer leche. Pero es que estoy asustado, ya grite pero nadie me oye. Mamá es la más tonta, dejó a papá allí tirado y a mi solo, y sabe que tengo problemas en la mente, que estoy loco como siempre me lo grita; pero se me hace que ya se le olvidó por andar jugando tanto con mi tío en la cama. Se me hace que papá ya no se levanta y que mamá ya no regresa. Ahora me voy a quedar solo con la estrellota grandota, grandota que tengo debajo de mi camisa, que me pinté con una pluma y es azul porque las azules son para los niños, pero de un lado es roja y es que sé que a mamá le da gusto, porque se ríe, y me grita y me grita que soy un maricón estúpido.

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