Al ser uno mismo, al no derramar el último grano de orgullo, qué nos queda para no ser infieles a nuestra persona?? ¿Cuántas veces tomamos decisiones cuando sabemos que no son las decisiones que nuestro verdadero yo tomaría?
¿O cuantas veces decimos algo que no es lo que verdaderamente sentimos?
Nos contradecimos constantemente y no precisamente por una cuestión de cambio (Aunque en algunas situaciones es así), sino por una cuestión de poca lealtad hacia nuestro ego.
Pero hay muchas personas que odian reconocer esto.
Es solo una pequeña reflexion estupida relacionada a una platica que tuve hace unos momentos.
1 comment:
El aprendizaje es duro, creo haber escuchado esas palabras antes rezonando en la caja que cubre mi pequeño cerebro. Sin embargo, el jugo obtenido de ello, ha sido mucho mas importante que la experiencia misma....
Hasta el horizonte, donde el cielo y el mar se juntan. Faust.
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